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¿Tu primera práctica? ¿Y encima fuera de tu país? ¡No temas!

Written by Admin | Oct 13, 2015 12:00:00 AM

El inicio de la primavera marca que otro año universitario está a poco de concluir. Esto significa que miles de jóvenes próximos a graduarse buscan opciones para ocuparse en empresas por primera vez en sus vidas. Y, tal como sucede en el primer año de la escuela, la incertidumbre es grande. ¡Pero a no desesperar! Estas claves te ayudarán a mantener la calma en un entorno nuevo para que puedas mostrar todo lo que sabes, eres y vales.

 

 

1. La información es poder

Por más altos que sean o hayan sido tus calificaciones académicas, si no sabes en qué planeta vives es difícil que puedas tomar decisiones basadas en la mejor información. La regla número es mantenerse siempre al tanto de la actualidad, leyendo las noticias y prestando atención a tu entorno.

La curiosidad es un don invaluable. Muéstrate fascinado por las personas que se te presentan, sus nombres y funciones, es decir, el organigrama de la compañía. Manifestarte interesado por tus nuevas tareas es un plus que tus compañeros y superiores apreciarán enormemente. El primer día de trabajo hay demasiados datos nuevos, y mucha información será vital para cumplir con tus tareas los meses siguientes. Por eso, si no entiendes algo es importante que preguntes y repreguntes. Si es necesario, puedes tener siempre a mano un cuaderno para registrar allí todo lo que consideres vital recordar más adelante.

Un día antes de empezar la práctica en la empresa, siéntete un mini Sherlock Holmes y reúne toda la información que puedas sobre la compañía y sus principales figuras. De esta manera, estarás al corriente de los lanzamientos de productos o servicios que hicieron, de las conferencias o seminarios que brindaron o de la visión de los líderes, en entrevistas que les hubieran realizado.

Y, por último, no sientas vergüenza de preguntar cuestiones críticas para tu futuro desempeño tales como: cuándo se creó el puesto, los aspectos que se valoran de tu posición y los objetivos a mediano plazo, para estar en sintonía con aquello que tu jefe espera de ti.

 

2. Marca personal

La reputación es el activo más valioso, que construirás de a poco, aportando un ladrillo cada día. La base sobre la que debe erigirse tu “marca personal” es una mezcla de cualidades, que harán de ti un excelente profesional, respetado y referenciado por pares y superiores. Recuerda siempre que “el hábito hace al monje”.

Sé puntual: nunca hagas esperar a un jefe y menos aún a un cliente.

Respeta los plazos de entrega: si te piden que termines un proyecto en dos días, termínalo en dos días. Dale prioridad a las tareas encomendadas. Puede que no sean importantes para ti pero sí lo son para la persona que te las encargó. De ser necesario, desconecta el celular y apaga la música para lograr mayor concentración.

Calidad: que la rapidez con la que realices tus tareas vayan a la par de la calidad. Desarrolla una reputación de ser un trabajador confiable y meticuloso. Demuestra orgullo en el producto de tu trabajo y toma tus deberes y responsabilidades en serio.

Iniciativa: aportar soluciones o miradas nuevas a un problema planteado será muy bien visto por tus colegas y jefes. Aunque tu idea no pueda ser puesta en práctica, si es lógica y bien fundamentaba sumará puntos a tu marca personal. La actitud proactiva te mostrará como un “resolvedor” nato.

Maneja tus redes sociales con prudencia: evita el tono agresivo y las palabras groseras y, sobre todo, evita mencionar a tu jefe, compañeros y empresa de manera negativa en tus posteos. No querrás que todo el esfuerzo diario se vaya por la borda a causa de un inocente comentario en Facebook…

 

3. Educación continua

Te acabas de graduar o estás próximo a hacerlo. Has trabajado muy duro en el proyecto final de carrera o has estudiado noches enteras para aprobar la última materia. Nadie te va a pedir que al estrés de terminar con tu formación universitaria y la de buscar un trabajo, le añadas otra preocupación más.

Pero ten en cuenta que en tu nuevo empleo full time o práctica profesional pueden llegar a sugerirte hacer una capacitación extra sobre un tema puntual, como planillas de cálculo, sistemas de reportes, software estadísticos, oratoria, etc. Si es así y la compañía te brinda de manera gratuita esa formación, tómala sin dudar. Supondrá un sacrificio extra, es cierto, pero míralo como un trampolín que te llevará más alto y más lejos.

Y si te encuentras en una práctica en un país donde no se habla tu lengua materna, ten presente que puede ayudarte mucho tomar clases de ese idioma en tus ratos libres. Allí podrás disipar tus dudas sobre gramática, vocabulario o tiempos de verbo para comunicarte con tus jefes y colegas de la manera más correcta.

 

4. La unión hace la fuerza

Para un alma viajera, hacerse de amigos es la ley primera. Por eso, si estás en una práctica profesional lejos de casa, cualquier invitación a tomar algo después de las 6 de la tarde será más que bienvenida. Es importante vincularte con colegas fuera del ámbito de la oficina para ampliar tus círculos sociales. Nunca sabes quién podrá ser tu mentor o guía, o simplemente quién pasará de ser colega a confidente y amigo.

Si eres tímido por naturaleza, es importante que hagas fuerza para vencer esa tendencia y no te aísles. Nunca comas solo en tu escritorio con los auriculares puestos. El almuerzo es una oportunidad ideal para enterarte de las cosas sobre las que no se habla el resto del día, conocer a tus compañeros en profundidad. La charla sobre temas vanales que se da en estos espacios es, muchas veces, la mejor manera de conocer de cerca a alguien: ¿cómo ocupa su tiempo libre?, ¿qué registro de humor maneja?, ¿le gusta el deporte?, ¿cómo es su familia?, ¿qué estudió? En definitiva, interésate por sus experiencias de vida. Al fin y al cabo, tú estás ahí para aprender.

También, es importante manejarse con cordialidad, tener una sonrisa y una actitud positiva. Estas serán tu mejor carta de presentación para entrar a tu nueva práctica profesional con el pie derecho.

Por último, te sugerimos hacerte amigo del staff administrativo, ya que ellos muchas veces harán de tu vida un paraíso o un verdadero infierno. Por eso, mejor ayúdales a resolver los problemas con sus computadoras o celulares, y llévales café de vez en cuando. Si ellos piensan que eres lo mejor, serán los primeros en divulgarlo. Serán tus primeros agentes de prensa.

 

5. A buen entendedor, pocas palabras

Para saber cómo vestir, nada mejor que estudiar cómo están vestidos tus colegas. ¿Los hombres llevan traje y corbata? Pues tendrás que abandonar tu sudadera e invertir en uno o dos trajes. ¿Las mujeres llevan faldas y tacones? Pues no te quedará otra opción que imitarlas, por más amor que le tengas a tus jeans y sandalias bajas. La clave de todo es la observación y la consiguiente adecuación.

El horario de salida es un tema delicado. Siempre tratas de ser puntual y llegar unos minutos antes de las 9 am. Pero si huyes despavorido ni bien dan las 6 pm, tus colegas y jefes pueden no verlo bien. El mejor criterio será aplicar el sentido común. Prioriza siempre terminar el trabajo del día, sin dejar pendientes importantes. Avisa cuándo te vas y, antes de hacerlo, pregunta si necesitan que hagas algo más. Eso demostrará interés por el trabajo.

Si bien el arte de hablar (mal) de los otros es un talento que debemos desterrar de nuestros hábitos, involucrarte en los chismes de oficina no habla bien de ti y de tu poder de discreción. Evádelos lo más que puedas.

 

6. Ommmmmmmm

Desde el primer día y por unos largos meses, te encontrarás en una curva de aprendizaje. La adaptación podrá llevarte más o menos tiempo, pero en general se trata de una experiencia agotadora y estresante, aunque 100% gratificante. Cuando sientas que ya no puedes más, cierra los ojos, respira profundo y dí “Ommmmmmmmm”.

La clave es tener paciencia (muchísima), no desesperar y recordar que estás allí para aprender, y por lo tanto, es lógico y natural que cometas errores. ¡Nadie es perfecto! El entusiasmo y la iniciativa que le pongas a las tareas jugarán a tu favor y, por supuesto, el sentido del humor te ayudará a convertir un desliz desafortunado en una anécdota para compartir en una ronda de tragos de un after-office. ¡Muchos éxitos!

 

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***Para hacer una práctica en Londres, Nueva York, Hong Kong o Australia, es indispensable el conocimiento avanzado/nativo del inglés. Para hacer una práctica en Madrid o América Latina, no es obligatorio***

 

Sources:

Photo 1. based on 15271-Career Handbook-professional students-9522, by Texas A&M University-Commerce Marketing Communications Photography, CC-by-2.0

Photo 2. based on Personal branding dilemma, by Stefano Principato, CC-by-2.0

Photo 3. based on TransportationCamp DC 2014-3544, by Aimee Custis, CC-by-2.0