Además de desarrollar tu carrera profesional, hacer las prácticas profesionales en otro país supone muchas veces, vértelas con el manejo de una lengua distinta a la materna. A continuación, 10 consejos para aprender un nuevo idioma sin morir en el intento.
#1. Atrévete a cometer errores
La regla #1 para aprender cualquier idioma y, cualquier tema nuevo en la vida en general, siempre es el mismo: tenernos paciencia y darnos una y otra vez la libertad de cometer errores. Permitir equivocarnos es la mejor oportunidad que tenemos de aprender. Tal vez muchas veces te gane la timidez, pero quedarte callado para no incurrir en fallas hará que tu aprendizaje del idioma anfitrión sea más lento. Si alguno de tus colegas de la práctica profesional te corrige, agradécele y continúa. No olvides que incluso las personas cuyo idioma nativo es distinto al tuyo, cometen errores, así que aprovecha cada error para mejorar.
Tomar el impulso para dejar tu casa y vivir en otro país durante un tiempo, requiere agallas y falta total de vergüenza. Combinación que tú, sin duda, tienes. Por eso, si no temes ampliar tus horizontes con una pasantía en el exterior, ¿por qué temer equivocarte mientras aprendes otro idioma? Adelante, no dejes que la timidez limite la práctica de otro idioma.
#2. Pedir y dar aclaraciones
No te frustres si en los primeros tiempos de tu práctica en el exterior, hay ideas o consignas que no entiendes a la perfección. Es normal y lógico. Por eso, si eso sucede no dudes en pedir una aclaración inmediata. Quizás al principio te resulte un poco vergonzoso, pero recuerda que el objetivo principal de tu pasantía es hacer una excelente tarea y si para eso tienes que preguntar más de una vez algo, pues ¡pregúntalo!
Y así como te sugerimos pedir aclaraciones cuando sean necesarias, recuerda ofrecerlas. Comunicarse efectivamente en una lengua extranjera implicará que tus colegas/jefe entiendan lo que intentas decirles. Además, podrás cerciorarte de que los otros te han comprendido si presentas la idea original con otras palabras: “Dicho de otra manera, lo que se espera…” o “La clave de este informe es…”.
#3. Lee libros o prensa en otro idioma
Hace un tiempo sugerimos que te empapes de la cultura y actualidad del país donde estarás trabajando a través de su prensa escrita. Hoy traemos a colación la misma sugerencia pero para que puedas interiorizarte en nuevas palabras o estructuras gramaticales del idioma que estás aprendiendo.
Además, con la lectura el nivel de frustración suele ser menor porque tienes más tiempo para analizar y entender lo que estás leyendo que cuando estás en medio de una conversación. Por eso, es una buena opción anotar en un cuaderno todas las palabras nuevas o giros idiomáticos y frases que llamen tu atención. Así las tendrás a mano para usarlas cuando más lo consideres.
#4. La escritura también importa
El consejo #2 se relaciona directamente con el #3. Tener a mano el cuaderno con frases o palabras que tomes de la prensa te dará la oportunidad de pensar bien en su ortografía. No olvides que la habilidad escrita del idioma es sumamente importante para las tareas cotidianas de tu práctica profesional, como enviar un simple mail al jefe, armar una presentación ppt, o escribir un reporte.
Relájate si tu estructura gramatical en inglés no es perfecta, la práctica fortalecerá tu confianza. Lee noticias, artículos o libros en el idioma, de acuerdo a tu nivel de dominio y poco a poco escribirás mejor.
#5. Precisión
Cuando recién desembarques en tu práctica profesional, te convendrá avanzar a paso pequeño pero firme. En ese sentido, un consejo siempre útil será construir frases simples y obviar términos rebuscados, tanto en la comunicación escrita como oral. Lo mejor en una primera instancia será que utilices verbos sencillos, frases activas, palabras fáciles de pronunciar y de uso común.
Si tienes que pedirle algo a alguien, esquiva la inexactitud o ambigüedad de expresiones como: “tan pronto se pueda”, “a tu mejor criterio” o “según corresponda”. Ve al grano, pidiendo un informe en una fecha y hora claras, o pide más detalles sobre algo que se te haya encargado, diciendo: “Específicamente, ¿cómo deseas que se maneje esta situación?”.
#6. Descansos de café
En el transcurso de tu práctica profesional, te encontrarás con colegas provenientes de los distintos rincones del planeta, si la compañía es multinacional. Por eso, si trabajas codo a codo con hablantes nativos del idioma anfitrión, podrás practicar tus habilidades de conversación y tal vez recibir algunos consejos. Puedes establecer con ellos una pequeña rutina, en la que cortan el trabajo a media tarde con un descanso de 10 minutos. Y mientras toman un café revitalizador, charlan de la vida, se conocen aún más y practicas el idioma. Ahora, si interactúas con hablantes no nativos, puedes aprovechar para adecuar el oído a diferentes acentos.
#7. Sólo para audaces
Si quieres obligarte a aprender más sobre el lenguaje más hablado en tu país anfitrión (inglés, español, chino) puedes ir más allá y cambiar el idioma predeterminado de tu celular, tablet o laptop. Así te obligarás a interactuar en un entorno digital completamente en el nuevo idioma. Cuanto más tiempo te sumerjas en este idioma, más naturalizarás su uso. Sólo recuerda cómo volver a cambiar el idioma.
Pero si este truco es pan comido para ti, tenemos otro más que no es para cualquiera: ¿te atreverías a cambiar todo tu sistema operativo, y ponerlo en el idioma que estás aprendiendo? “Uf, y ahora ¿qué opción elijo?” te encontrarás preguntándote más de una vez. Pero te aseguramos que es la forma más directa de hacer inmersión lingüística total. Si usas Windows, encontrarás en la web distintos tutoriales que te indicarán cómo hacer para cambiar el idioma del sistema operativo.
#8. “El hábito hace al monje”
Hay quienes disfrutan mucho de aprender un nuevo idioma, más si están motivados porque lo necesitan como puerta de entrada a su próxima práctica profesional. Pero también están aquellos otros, para quienes adentrarse en las aguas de un lenguaje nuevo resulta un poco tortuoso. Si perteneces al segundo grupo, puedes tomar nota de las siguientes ideas para hacer del nuevo idioma parte de la rutina:
– Mira series de TV o películas con subtítulos en el idioma en cuestión para mejorar la escucha y comprensión del idioma hablado.
– Lo más divertido de todo: juega videojuegos con el subtítulo configurado en el idioma que estás aprendiendo.
– Navega por Internet en otro idioma: los navegadores más populares están disponibles en varios idiomas. Puedes por ejemplo, elegir entre los 70 idiomas de Firefox o los 50 de Google Chrome.
– YouTube cuenta con centenares de videos que puedes usar para el aprendizaje del idioma. Si ingresas “aprender inglés” o “learn chinese”, por ejemplo, verás docenas de entradas con videos didácticos con los que repasar vocabulario, gramática y pronunciación. Otra opción es buscar canales temáticos dedicados a la enseñanza de idiomas, como el de la BBC para aprender inglés o el del Ziesche Kolleg para aprender alemán.
#9. Tus canciones favoritas
¿Qué mejor que aprender algo nuevo mientras lo combinas con otra actividad que te gusta mucho? En ese sentido, puedes buscar covers de tus canciones preferidas hechas por bandas locales, en el idioma del país anfitrión de tu práctica. Aplicaciones como Spotify o YouTube te ayudarán mucho a encontrar una linda versión de “My way” en chino, o “María” en inglés, por ejemplo. Además, para redondear la actividad, puedes buscar la letra de la canción y así seguirás familiarizándote con los sonidos del nuevo idioma, mientras aprendes vocabulario y expresiones.
#10. Dulces sueños
Y lo último: un consejo que parece de madre, pero que tiene su base en la ciencia: descansa bien. Diversos estudios del sueño, revelaron que un buen descanso ayuda a las personas a asentar las nuevas palabras aprendidas en la jornada de trabajo anterior. Aunque tu cuerpo descanse, tu cerebro no lo hace durante el sueño. De hecho, el sueño es el momento del día en el que se consolida todo lo aprendido esa jornada, y la información recibida pasa del hipocampo y la memoria a corto plazo al córtex y a la memoria de largo plazo.
Photo 1. based on Modern Languages by the LEAF Project, Public Domain.
Photo 2. based on Prensa europea by Javier Micora, CC-by-2.0.
Photo 3. based on Coffee Shop, by Neo_II, CC-by-2.0.